“Hay placer en los bosques sin caminos,
Hay éxtasis en las orillas solitarias,
Hay compañía donde nadie pisa,
Cerca del profundo mar y de su rugido musical;
No amo menos al hombre, sino más a la Naturaleza”.

Lord Byron


domingo, 26 de diciembre de 2010

My heart sings...

Recuerdo amaneceres rojos, como si el sol incendiara el cielo cada mañana y, por la noche, la bóveda quedase saturada por las cenizas aún candentes, que rodean la salvaje luna.
Recuerdo el aire frío y la niebla... y los ojos encendidos que te observan desde cualquier parte. Y el susurro de la sabana cuando el viento se cuela entre las altas hierbas.
Recuerdo el sonido de la percusión al acabar el día y el atronador silencio de las noches en las que sólo el fuego y las estrellas te acompañan.
Recuerdo la magia de un lugar en el que las voces se entrelazan unas con otras al rededor de una hogera, donde la madera y la música se tallan a mano.



Africa, I come back to you.

sábado, 18 de diciembre de 2010

Frozen beauty


- Eh, mirame.
Ella rehuye el verde profundo de unos ojos que la culpan de todo.
A ella le gusta estar escondida, acurrucada, a oscuras... esos ojos dan demasiada luz. Y estásn clavados en ella, como puñales, pero que sin embargo, sólo rasgan piel.
Él la busca sin descanso, se pregunta por el color de su mirada, por su sonrisa. No la conoce, pero está enamorado.
Lento, pronuncia su nombre y deja que rebote en las paredes de la habitación, que se escape por la ventana y se diluya en el viento.
- Alicia.
Una lágrima resbala por los labios de ella, que golpea la pared y grita, porque está condenada a estar sola.
- Soy para ti - dice, temblando -, no tuya.
Y se va, y le deja solo en la inmensa habitación. Y él sabe que cuando salga por la puerta tendrá ya otro rostro, porque ella es diferente para todos, pero no es de nadie.
Y, sin embargo, sonríe... porque le ha visto los ojos. Azules y crueles, fríos como un muro de hielo que, lentamente, se derretía sobre su preciosa cara.

Alicia, Aletheia, Verdad.