“Hay placer en los bosques sin caminos,
Hay éxtasis en las orillas solitarias,
Hay compañía donde nadie pisa,
Cerca del profundo mar y de su rugido musical;
No amo menos al hombre, sino más a la Naturaleza”.

Lord Byron


martes, 30 de noviembre de 2010

Listen to the wind of change.


"Ésta eres tú. Con los ojos cerrados, bajo la lluvia. Nunca imaginaste que harías algo así.
Nunca te habías visto como... no sé cómo describirlo, como... Una de esas personas a las que le gusta la Luna o que pasan horas contemplando el mar o una puesta de sol...
Seguro que sabes de qué gente estoy hablando, o tal vez no, da igual. A ti te gusta estar así. Desafiando el frío, sintiendo como el agua empapa tu camiseta y te moja la
piel y notar cómo la tierra se vuelve mullida bajo tus pies y el olor... y el sonido de la lluvia al golpear las hojas...
Todas esas cosas que dicen los libros que no has leído.
Ésta eres tú. Quién lo iba a decir...
Tú."

Es el pensamiento de la protagonista de "Mi vida sin mi", una chica de veintitrés años que descubre que le quedan dos mese de vida. Y es que parece que es cuando ves la muerte cerca cuando te das cuenta de que estas vivo, cuando te das cuenta que estar muerto significa no sentir la lluvia, no oler la tierra mojada, ni ver otro atardecer... y entonces también te das cuenta de lo patética que ha sido tu vida, dedicada al trabajo o al estudio... Mirando escaparates y anuncios que solo venden cosas que "permanecerán cuando estes muerto", que no se irán contigo. Cuando piensas en la muerte es cuando te descubres a tí mismo bailando en la persistente lluvia, tumbado en la hierba húmeda, leyendo cada palabra como si fuera la última o escribiendo sin cesar tus pensamientos en un blog, sin pararte a ver la vida pasar y esfumarse entre tus dedos.
¿Porqué para estudiar lo que queremos necesitamos una nota? ¿Acaso no es suficiente la pasión? Es tan patético, es un engaño... Todo símbolos que pretenden imitar y camuflar una realiad que tenemos ante nuestros ojos, pero que nos recordarían lo inmaterial, corta e interesante que es la vida.
Lo único que queda es buscar la puerta de atrás, la que está escondida, la que cuesta ver... Llenar la maleta de música, libros y voluntad y salir de aqui. Salir a campo abierto, donde no existen los caminos... y trazar el tuyo, abriendote paso entre hierbas salvajes.

"Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace camino
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar."

Where are you, Alice?
I'm still waiting for you.


domingo, 21 de noviembre de 2010

The rest is still unwritten.


Malos tiempos, buena compañía. Vosotros... tú. ¿Qué haría yo sin vosotros, sin tí? Sin todos, pero no por igual, cada uno a su manera. Como si en una gráfica, en vez de ir todas las barras alineadas, luchando por ser cada una mayor que el resto, creciesen cada una hacia una dirección distinta, en un bonito desorden. Cada una a su manera.
Cada uno de vosotros sois un infinito dentro de una caja de cristal.
¿Y si no es "para siempre"? Eso ya no nos afecta, ¿verdad?
Porque sabemos que nuestras risas, nuestras palabras, nuestros abrazos, besos, etc. pueden ser, de algún modo, para siempre.
Se que siempre me guardo lo que siento, es uno de mis fallos. Sin embargo, hoy no voy a deciros que os amo, porque, sinceramente, no lo hago.
Amar es pensar a cada momento en alguien, hacer todo lo posible porque esté bien. Amar es fundir tu vida con la de ese alguien, vivir siempre lo mismo juntos, sacrificar libertades por tenerle. Amar es obsesivo, compulsivo, involuntario, enfermizo. Amar es querer por encima de comprender, querer por encima de un sueño o de tu propia vida; porque amar es olvidarte de todo menos de esa persona, decir no a todo lo que te separe de ella aunque sea por un periodo corto de tiempo, porque sabes que cuando vuelvas nada será igual. Amar es necesidad a cada instante y para todo. "Amar" se extingue.
Amar es fácil.
No, yo no os amo, pequeños.
Amar es demasiado... ¿simple?


For today, you all are my Alicias.

martes, 16 de noviembre de 2010

Infinity



Está tumbada en un tejado sobre el edificio más alto de la manzana, su brazo estirado pende sobre la calle semidesierta. La melena oscura se derrama alrededor de su cara felina, rebelde. Apura la última calada de su cigarro y, con un impulso del dedo índice, deja que el abismo de la ciudad se lo trague. El sol se consume ya en el horizonte, y un rayo de luz travieso busca en el reflejo de una ventana sus ojos de gata.
- Joder. - Dice levantándose pesadamente, el viento le roza el rostro. Un pie avanza inseguro hacia la siguiente teja y comprueba su estabilidad, otro y otro. Para cuando abre los ojos se encuenrta ya asomada a la enorme boca urbana que desciende verticalmente hasta el duro aslfato.
Inclina los párpados. Las calles de huelen a frío y humo; la gente pasea allí abajo, ajena a la mujer que, con lágrimas en los ojos y una sonrisa en la cara se precipita al vacío sin más protección que su propia esperanza.
La caída libre dura milésimas, pero son suficientes para hacerle sentir que algo se mueve en su interior. La adrenalina se libera en estampida. Las lágrimas se deslizan por los laterales de los ojos y quedan suspendidas en la brisa, como cristales recluídos en tiempo y espacio.
De pronto, el aire la sostiene en sus brazos y la mece con dulzura, librándola del peso de la gravedad. Su cuerpo flota sin ofrecer resistencia en una danza etérea y ligera. Luego, lentamente vuela, como un ave en manos de nadie. Ya no siente el peso de los prejuicios ni de las normas sociales, de las miradas que discriminan, nada. Ni siquiera alas la elevan, sólo ella. Observa las calles de la gran ciudad como un fondo marino, maravillandose de esa misteriosa atracción que provocan en ella. Los rayos del sol juegan traviesos en su pelo oscuro, en infinitas maniobras de destellos y reflejos. Ahora siente cada cosa como si fuera la última: el aire al entrar a los pulmones, el corazón latiendo en el pecho, el grito que lucha por salir en su garganta... No lo reprime, por fin.
Abre los ojos.
El tejado continúa bajo su cuerpo, pero el cosquilleo aún recorre su vientre y una lágrima resbala por el lateral derecho de su ojo. Sonríe para sí al sentirlo y observa el filo del edificio, a apenas dos metros de su rostro. Se incorpora lentamente y avanza, pero en dirección contraria esta vez, hacia la ventana de su pequeño piso, por donde ha accedido al tejado.
- James
La negra bola de pelo la recibe con cariño.
- miau!
- Si, ya lo sé, pequeño... Han pasado muchas cosas últimamente, pero prometo que nunca mas voy a dejarte solo.

Who want's to live forever?

No hay tiempo para nosotros,
no hay lugar para nosotros,
¿de qué están hechos nuestros sueños, que se nos escapan?
¿Quién quiere vivir para siempre?
Este mundo solo tiene un momento dulce para nosotos.
¿Quién quiere vivir para siempre, cuando el amor debe morir?...
Pero acaricia mis lágrimas con tus labios,
toca mi mundo con la yema de tus dedos.
Y lo podemos tener para siempre,
si, podemos amar para siempre...
"Para siempre" es nuestro "hoy".

By Queen.

There's no more to say.
Still waiting for Alice.

viernes, 12 de noviembre de 2010

Ain't not sunshine when she's gone...


Come on and stand your ground
for freedom, beauty, truth and love!

Cada atardecer debería de ser una lágrima, un esclafrío, una sonrisa. ¿Porqué nos empeñamos en mirar al suelo cuando el cielo infinito cubre nuestras cabezas, cuando las estrellas deslumbran cada noche como si fuera la última?
Impasibles, sin pedir nada acambio más que la contemplación.
La belleza se encuentra a cada paso, escondida, rota o llamándote a gritos, pero todos la ignoramos alguna vez.
¿Qué quieres guardar de este mundo si no es la belleza de una lágrima herida por un rayo de sol?,¿si no es el consejo del viento susurrado en tu oído, si no es el peso de la lluvia que empapa tu piel, ni la belleza de una mentira contada por amor, ni el sabor de una boca, ni el azul de unos ojos? Presta atención, deja que te envuelva, que te seduzca. Átate a ella y ámala hasta el último aliento. Que a cada momento esté presente, pues ella sólo vive para tus sentidos. Y si has de darle un hogar, refúgiala en tu interior para que brille incansable, como un astro al anochecer.

jueves, 4 de noviembre de 2010

Cause we all die young.



Ayer oí una frase bastante interesante: "Deberíamos morir todos a los 17 años"

¿Morir a los 17? Que estúpido. Realmente muy estúpido. Si, vale, hasta los 17 es todo un sueño, sueñas con el futuro o más bien lo planeas... mejor aún, lo presupones. Pero llega ese día en que te das cuenta que hay tantas opciones que ni va a pasar lo que tú creías, ni quieres que pase. Porque cuando llegas a ese punto tienes dos opciones: despertar y aparcar el sueño a un lado, pisar tierra firme y conformarte... o intentar cumplirlo. Y en mi opinión, la vida después de los 17 está para eso, es el tiempo de la mochila y el mapa, de la música alta, de las columnas de libros, de la guitarra, de las fotos en la pared... es el momento en el que decides si dentro de unos años te arrepentirás o no de haber malgastado el tiempo. Es cuando naces, sales del mundo de las maravillas y tocas la realidad... Y ni el mejor de los sueños compite con eso. ¿Morir? No, morir no, todos deberíamos
vivir después de los 17.

Still waiting for Alice.