“Hay placer en los bosques sin caminos,
Hay éxtasis en las orillas solitarias,
Hay compañía donde nadie pisa,
Cerca del profundo mar y de su rugido musical;
No amo menos al hombre, sino más a la Naturaleza”.

Lord Byron


lunes, 28 de marzo de 2011

Detente, instante, eres tan bello...



¿Qué más puedo hacer? Si estoy rendida, humillada, arrastrando mi piel desgarrada sobre los ásperos confines del descontrol.
Mi cuerpo se quiebra en mil pedazos, como el frágil vidrio, a cada caricia asestada con la violencia de una brisa. El susurro me atrona sin piedad y el amor me hunde entre muros de discorida.

Y aún así, ella... etérea, liviana y pura, teje mis sueños en hilos de plata, viste mi voz con el desgarro de un grito libre que rompe los límites del desasosiego.
Oh, qué bello instante, descolgado de la gran cadena. Como un frágil pétalo que fluye en el seno del viento. Nunca mi voz volverá a sonar así, ni ésta lágrima a caer, ni a fluír esta misma sangre. Nunca más te amaré de esta forma, ni seremos tan jóvenes como ahora.


sábado, 12 de marzo de 2011

There's no inspiration.

Deja caer la cabeza sobre la almohada y un oleaje furioso se desata en su pelo. Se aprieta la sienes y contiene la respiración, pero su cabeza es sólo un cúmulo de pensamientos superficiales. El silencio cae a plomo sobre ella, aplastándole el cuerpo y abrasando su piel.
Con rabia, da una patada a las hojas rotas y arrugadas que cubren parte de la cama. Sobre la mesa descansa un bolígrafo roto, dueño de las dos únicas manchas de tinta que cubren la pálida hoja posada a su lado.
De pronto se levanta y, enloquecida, observa cada rincón de su habitación, esperándola. Pero ella siempre llega cuando no se la desea. Le gusta ser inoportuna, levantarte de la cama en una madrugada de insomnio o susurrarte al oído cuando lloras desconsoladamente bajo un paraguas en alguna calle deshabitada.
Su cuerpo vuelve a descansar sobre el colchón, pero ya no mira nada. Sólo espera lo que hace ya tiempo sabe que no llegará. Finalmente, sus ojos enrojecidos se cierran al mundo y se abren al subconsciente de un sueño profundo y calmado que la llevará muy lejos, donde quizá encuentre la anhelada inspiración.