“Hay placer en los bosques sin caminos,
Hay éxtasis en las orillas solitarias,
Hay compañía donde nadie pisa,
Cerca del profundo mar y de su rugido musical;
No amo menos al hombre, sino más a la Naturaleza”.

Lord Byron


martes, 22 de mayo de 2012

Me lleva al delirio, cuando repta por el horizonte de su cintura la última luz y me encuentro a mi misma enterrada entre la nostalgia y la ironía, con las uñas hundidas en el suelo de la habitación.
Es el drama, la decadencia del momento, aquella que podrías acariciar entre tus manos como si de un gato negro se tratase.
Traicionero y fiel.
Tan necesario y tóxico, que uno siente como si se riese en la cara de la propia suerte... Y casi puedes oír cómo ella responde que no has entendido nada.


Let me be into the wild.





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